domingo, 16 de agosto de 2015

Miedo


La EM esperando en las sombras

Miedo, seguro que en algún momento de este camino llamado esclerosis múltiple hemos tenido en algún momento miedo. Miedo a si volveré  ser el de antes, miedo a lo que nos depara el mañana y miedo a muchas más cosas que surgen en nuestro camino. 

Yo sentí este miedo a finales del año pasado por culpa de un brote. Salía como siempre a hacer todos los recados posibles mientras mis padres estaban trabajando. Regreso de comprar del supermercado y empiezo a notar mis piernas más cansadas de lo habitual, el cansancio paso a ser una leve cojera en las 2 piernas, es llegar a mi casa y tirarme de cabeza en el sofá y pasarme el día descansando, esperando con esto mejorar para el día siguiente.

Me levanto y vuelvo a hacer la rutina de siempre, y vuelve a aparecer el cansancio y la leve cojera. La cosa va empeorando,la leve cojera se transforma se trasforma en una forma de cojear mucho más visible, apareciendo de forma casi inmediata al andar (no más de 10 minutos).

Para colmo era fin de año y no había consultas de neurología hasta la primera semana de enero. Es en este mismo momento donde la palabra miedo me invade, empiezo a hacerme las preguntas -¿y si no me recupero-?, - ¿me quedare cojeando para siempre?

Esas preguntas invaden mi cabeza de manera automática cada vez que me pongo a andar, con la única esperanza de que el neurólogo pudiera verme lo antes posible para por lo menos poner fin a esta angustia con una respuesta.

Fue larga la espera hasta que el neurólogo puede verme(mediados de enero), mi intuición no me fallo, el neurólogo a los 5 minutos de revisar mis piernas se da cuenta de que es un brote, deciden  ponerme los corticoides y que es hora de acabar mi relación odio-odio con Rebif, y empezar una bonita relación de amor con Tecfidera.

Afortunadamente me recupere del brote y Salí más fuerte que antes, debe ser verdad el dicho  "Lo que no te mata te hace más fuerte"


Usted gana fuerza, valor y confianza con cada experiencia en  la cual usted se detiene y mira al miedo en la cara. Ya que luego de esto usted es capaz de decirse a sí mismo: "He superado este terror. Ahora puedo enfrentarme a lo  próximo que se me venga." - Eleonor Roosevelt

6 comentarios:

  1. Con este tipo de enfermedades hay que convivir con la incertidumbre y el miedo, no saber si ese nuevo síntoma será transitorio o se quedará, si esto que ahora no puedes hacer volverás a reconquistarlo o será una nueva pérdida...
    Es casi un "síntoma" más con el que tenemos que lidiar a menudo.

    ResponderEliminar
  2. Toda la razón del mundo además fue un bajón terrible, 6 meses antes había tenido otro brote y estaba preocupado

    ResponderEliminar
  3. Miedo, eso es lo que recuerdo del primer año, muuucho miedo.
    Curiosamente el segundo brote fue lo que más me quitó el miedo, ver que en urgencias me atendían bien y que los corticoides me funcionaron bien, ver lo que tenía que hacer la siguiente vez y que volvía a poder usar mi brazo.
    Pero es lo que irá siempre con nosotros, el miedo; y es difícil aprender a vivir con miedo (parezco el replicante de Blade Runner ;), sin saber... Pero eso también nos hace fuertes, como bien dice Eleanor Roosevelt.
    Bien por la entrada!!, un beso, Cleo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Recuerda que no es valiente quien no tiene miedo, el valiente es aquel que se enfrenta a su miedo.
      Me alegro que te guste

      Eliminar